Muelas del juicio, mitos y verdades

Los terceros molares, comúnmente conocidos como “muelas del juicio”, son los últimos molares en aparecer en boca, produciéndose su erupción ya en la edad adulta, (aunque no siempre se va a producir).

Las muelas del juicio, son una prueba de la evolución humana, vestigios de los terceros molares que tenían nuestros ancestros, necesarias para una dieta más dura. El cambio en nuestra dieta, sumado a la disminución en el tamaño de la mandíbula, ha provocado que estas muelas no siempre aparezcan, o que, en el caso de hacerlo, lo hagan (no siempre) en una posición o dirección no adecuadas. Lo que ha provocado que, en torno a ellas, se generen múltiples teorías o informaciones dudosas.

En este artículo vamos a intentar aclarar algunos mitos y verdades sobre las muelas del juicio.

Mueven al resto de los dientes: FALSO. Es una creencia bastante extendida, pero no por ello cierta. Las muelas del juicio no tienen la capacidad mecánica para mover al resto de las piezas de la boca, que además tienen un anclaje mucho más sólido en el hueso que ellas. El apiñamiento o cambio de posición en los dientes se va a producir por otros factores:

  • Desarrollo de la mandíbula: La mandíbula sigue desarrollándose, por lo que se pueden producir estos desajustes en la posición de los dientes.
  • Pérdida de hueso: A causa de la edad, o por problemas periodontales, se puede producir un defecto en el hueso que alberga los dientes, quedando más susceptibles al movimiento.
  • Genética: Uno de los factores más importantes, ya que el tamaño y la forma, tanto de los dientes como de la mandíbula, son hereditarios.

Siempre deben ser extraídas: FALSO. No siempre es necesaria su extracción, si erupcionan de forma correcta y en posición adecuada, la funcionalidad de las muelas del juicio es la misma que una muela normal, participando en la masticación como cualquier otra.

Se pueden extraer aunque no duelan: VERDADERO. A veces, aunque no provoquen ningún tipo de dolor o molestia, es necesaria su extracción, porque su posición, aún así, puede no ser la correcta, dificultando su higiene y facilitando el acúmulo de placa o la aparición de caries en las muelas vecinas.

Son incompatibles con un tratamiento de ortodoncia: FALSO. Una de las consultas más comunes en los pacientes que van a terminar o que van a empezar un tratamiento de ortodoncia, es cómo puede afectar al mismo la presencia de las muelas del juicio o su posible futura erupción.

Cada caso debe ser estudiado particularmente, y debe ser el ortodoncista quien tome la decisión, pero no serán extraídas como norma. A veces, pueden servirnos como apoyo o anclaje para la aparatología ortodóntica. En el caso en el que se decida su permanencia en boca, deberán ser vigiladas para prevenir posibles complicaciones. 

Algunas personas no tienen muelas del juicio: VERDADERO. Como hemos comentado al principio de este artículo, las muelas del juicio son una huella de la evolución del ser humano. Nuestros ancestros, provistos de una estructura craneal mayor,  tenían tres molares, con los que podían hacer frente a una dieta más dura.

La evolución del ser humano ha reducido el tamaño del cráneo y con ello de ambos maxilares. Por lo que evolutivamente, las muelas del juicio tenderán a desaparecer. Por eso, ya existen personas que no presentan alguna o ninguna muela del juicio. Lo que se conoce con el nombre de Agenesia dental (ausencia congénita de uno o más dientes), en este caso, agenesia de las muelas del juicio.

En Clínica TorreLara estamos a su disposición para cualquier consulta referente a sus muelas del juicio. Nuestros cirujanos le explicarán el estado en el que se encuentran, y si es necesario, o no, llevar a cabo algún tipo de tratamiento sobre ellas.

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